Friday, August 15, 2008

El robo de luz en República Dominicana

Por Marcos A. Tejeda

El mundo vive problemas y crisis en todos los órdenes, y la República Dominicana no se sustrae de éstos.

Uno de esos problemas ocurre en el sector energético. El problema de la energía eléctrica en el país data desde mucho antes de los que leemos este escrito haya nacido.

Sin embargo, hoy día continuamos con el debate sobre qué hacer para arreglar el sistema. Los gobiernos que hemos tenido en los últimos 50 años han lidiado con esta situación. Nadie ha podido solucionarlo. Pareciera como si fuera un problema inacabable e irremediable.

Muchos alegan que quien resuelva el problema, se casaría con la gloria y sería insertado en el salón de los mártires y patriotas dominicanos.

Unos achacan la situación a problemas de generación, otros al robo de la electricidad por parte de los usuarios, otros a la mala política de los gobernantes y a la falta de voluntad de las autoridades, etc., etc., etc.

La verdad es que la crisis de combustibles que anda recorriendo el mundo no ha dejado de darle sus puñetazos al sistema eléctrico del país. Los altos precios del petróleo nos mantienen en un déficit que este año, sobrepasará los $600 millones de dólares.

Lo duro del caso

Este déficit presupuestario, adivinen ustedes, ¿quién lo va a cubrir? Adivinaron: el pueblo.

Una de las soluciones más viables es la de subirle la tarifa eléctrica a los usuarios, aliviando de esa manera unos $500 millones de dólares que tiene el gobierno dominicano con el sector.

El gobierno subsidia los barrios pobres en un 75 por ciento.

El robo de la electricidad

Varios entendidos indican que el factor principal del problema energético del país se centra en que la cultura de “robarse” la luz aún no ha terminado y que se agudiza cada día más y más, a pesar de los controles en este tipo de delitos.

En un recorrido por las calles de Santo Domingo, EL SOL DE LA FLORIDA pudo comprobar que esta práctica de “engancharse” de cualquier pote de luz es algo rutinario en los barrios de la capital.

La mayoría de los sectores pobres de la ciudad Capital tienen su propia “Compañía de Electricidad” al margen de las verdaderas empresas eléctricas del país.

¿Cómo funciona?

“El ingeniero eléctrico” del barrio sabe cómo conectarle la electricidad a cada una de las residencias del sector. Este señor “experto” tiene todas las herramientas adecuadas para hacer su trabajo, incluyendo una escalera larga para subirse donde tenga que subirse.

El precio por su servicio oscila entre RD$500 y RD$1,500.00 pesos; todo depende del trabajo que se haga, el cual se podría complicar si hay que subirse a un edificio de varias plantas o subirse a un elevado pote de luz.

Este “ingeniero callejero” devenga un buen salario, ya que tan pronto la empresa de electricidad se da cuenta del robo, de inmediato procede a desconectar el trabajo del usurero. Esto provoca que el usuario, con fines de ahorrarse unos pesitos, vuelva a usar los servicios de este señor.

Esto ocurre con bastante frecuencia sin que las autoridades tomen medidas en el asunto. Inclusive esta práctica se desarrolla en pleno día y a la vista de todo el mundo.

Muchas veces, este ingeniero delincuente, cuando está corto de dinero, recurre a desconectar él mismo el servicio para cobrar nueva vez por su reconexión.

Ellos quieren pagar

Cristina González, una señora del barrio de Villa Francisca en la Capital se siente abrumada por esta situación, pero manifestó sentirse alentada por la colocación de contadores que la compañía de electricidad está poniendo en las casas del barrio.

“Yo prefiero pagarle a la compañía y que me den la luz todo el día y no a estos ladrones del barrio”, dijo la señora González, quien acostumbra a pagar más de mil pesos cada vez que le descubren la conexión fraudulenta y le cortan la luz.

A pesar de que pago, no tengo luz

Otro problema que se agrava en el barrio es el de recibir solo pocas horas de electricidad. Según la señora Altagracia Santos del Ensanche La Fe, quien reside en un sector que fue declarado con servicio de “24 horas de luz”, dice que solo recibe 10 y 12 horas de luz al día, a pesar de que paga su factura a tiempo cada mes.

“No sé de que 24 horas hablan, si la luz se va a cada rato”, añadió la señora Santos.

Robo a todo nivel

Al igual que en los barrios pobres, las denuncias de que en sectores más pudientes como en el empresariado dominicano, también hay robo de energía eléctrica. El mismo presidente de la República en una ocasión dijo que en el país había ricos que no pagaban la luz.

Como pueden ver, el problema es complejo, sobre todo cuando se convierte en arraigo cultural, como ha ocurrido con la República Dominicana a través de los años.

Si estos es así, entonces la solución tiene que ver con la voluntad de las partes involucradas y la autoridad del gobierno.

Plantas eléctricas y distribuidoras

Las principales plantas eléctricas en línea del país son AES-Andrés con 293 megavatios, San Felipe de Puerto Plata con 174, Itabo I con 123 e Itabo II con 124, Sultana del Este con 118, las Cogentrix I y II con 89 cada una y las hidroeléctricas con 161 megavatios en conjunto.

Otras plantas en línea son Monte Río, de Azua, con 78; la Estrella Marina con 69.6, Falcondo I con 50, Falcondo II con 62 y Falcondo III con 60; la unidad I de la Compañía Eléctrica de Puerto Plata con 40 y la unidad II con 16.2; Metaldom con 38.9, Palamara La Vega con 36.8, Palamara kilómetro 22 con 29.4 y Pimentel con 22.9.

Las distribuidoras son: Edesur, Ede-Este y Edenorte.